La Empoderada @LaEmpoderadaX

Miguel Poveda volvió a Velintonia para celebrar la poesía de Vicente Aleixandre y del 27 en un concierto histórico, íntimo y catártico, acompañado del arte de Jesús Guerrero, a la guitarra, y de EduArtGranada. ¡La vida es hermosa con vosotros! ¡Gracias, amigos!

A los afortunados que pudieron asistir al concierto de Miguel Poveda y Jesús Guerrero en Velintonia se les obsequió con un bellísimo programa de mano diseñado por el artista EduArtGranada, que hemos incorporado al archivo de la AAVA como recuerdo de la mágica y memorable noche.

Vicente Aleixandre acompañó al cortejo fúnebre de Pío Baroja, el 31 de octubre de 1956, tal y como descubrimos en esta pequeña secuencia de cine, subiendo por la calle de Méndez Núñez. Con «El silencio de Pío Baroja» se abre su libro en prosa «Los encuentros».

En octubre de 1983, Felicidad Blanc y su hijo Michi Panero fueron a Velintonia a entrevistar a Vicente Aleixandre para una serie de RNE que se tituló «Trece en uno. Retratos de una generación [la del 27]». Fue la última entrevista a nuestro poeta en su casa. Así lo presentaba:

LA LUZ VIVA DE VELINTONIA Bombilla incandescente de 130 V, en perfecto estado, recuperada hace años de una de las habitaciones de la casa de nuestro poeta.

LOS NIÑOS DE AYER SON COMO LOS DE HOY: ¡NIÑOS! Vicente Aleixandre publicó por primera vez «Oda a los niños de Madrid muertos por la metralla» en «Mundo Obrero» el 19 de noviembre de 1936, y después en el diario «Ahora», el 18 de enero de 1937, a página completa ilustrada.

ARQUEOLOGÍA VELINTONIANA En 1927, el actual dormitorio de Vicente Aleixandre era un gabinete. El tiempo ha cubierto de varias capas de pintura muchas habitaciones de la casa, aunque en algunas descubrimos cuál era su color primitivo y hasta su ornamentación.

Aleixandre como Goethe admiraron a Propercio, enamorado destructivamente de Cintia, que fue la inspiradora de los tres primeros libros de sus inmortales «Elegías». Tal vez resuene algún eco en «La destrucción o el amor» del celebro verso del poeta latino: «Laus in amore mori».

VELINTONIA ANTES DEL 36 No hemos descubierto aún ninguna fotografía del interior de Velintonia antes de la guerra, pero sí conservamos algunas del exterior de la casa (antes de ser bombardeada), aunque muy parciales. En esta, se observa la parte trasera que da al jardín.

UNO DE LOS EPISTOLARIOS MÁS CONFESIONALES Y POÉTICOS DE VICENTE ALEIXANDRE

LOS PECES PERDIDOS DE VELINTONIA Este móvil de Calder, que colgaba de la biblioteca de Velintonia, sigue en paradero desconocido. Vicente, cuando se iba a Miraflores de la Sierra, solía depositarlo en la caja de seguridad de un banco. Tras su fallecimiento, los peces volaron.

ALGUNAS CURIOSIDADES SOBRE «ESPADAS COMO LABIOS»

keyboard_arrow_left Previous keyboard_arrow_right Next

En el Día Mundial de la Fotografía recordamos al mejor retratista quizá de nuestro poeta: Joaquín Alcón, que en 1969 visitó Velintonia para fotografiarlo. En nuestro archivo conservamos copia de todos esos retratos, gracias a la generosidad de su sobrina: María José Alcón.

«No cesaremos nunca de condenar su muerte ignominiosa, que, pese a sus asesinos, le elevó a la gloria más alta; ni nos cansaremos nunca de exaltar esta, que durará sin duda hasta el fin de nuestra lengua.» Vicente Aleixandre, 1978

Cultura Popular recibió en febrero de 1937 una carta (junto a un valioso paquete) de Emeterio Orgaz en la que relata cómo recogió «cuidadosamente» de una Velintonia bombardeada un montón de papeles entre los que se hallaban poemas de Aleixandre, de Lorca, de Miguel Hernández...

Así informaba el diario «El Sol» de la histórica comida en homenaje a Vicente Aleixandre que se celebró en el restaurante Buenos Aires de Madrid (muy cerca de Velintonia) el 4 de mayo de 1935, con motivo de la publicación de «La destrucción o el amor».

«POEMAS MODERNOS DE EXTRAÑA ORIGINALIDAD» Así publicitaba Espasa-Calpe, en noviembre de 1932, en el diario gráfico «Ahora», el poemario de Vicente Aleixandre «Espadas como labios».

LA AMISTAD: ESE «VIENTO BENIGNO»

ENFERMEDAD Y CREACIÓN (audio) Vicente Aleixandre nunca abandonó la idea de seguir escribiendo hasta lo que durara su vida. Así se lo confesó en Velintonia, en 1981, con 83 años (a tres de su muerte), al escritor y periodista Fernando G. Delgado.