Séan; @_dumbxy

Ah, por supuesto que lo parezco, hm. ... —Le soltó.— Creo que me emocioné un poco, hehe.~ Disculpa. No llevo bien eso de los amigos.

—Eso último le devolvió la vida. Asintió enérgicamente y le agarró de los hombros.— ¡¡Síii!! Seremos amigos, ya verás. Soy más agradable de lo que parezco, lo juro. Si me conociesen, todo el mundo querría ser mi amigo.~

... —Le dieron con un yunque en la cabeza. Cerró los ojos y agachó la cabeza.— Oh.

¿Por qué no? Demonios, creí que eras mi amigo. —Se limpió una lágrima imaginaria. Ni siquiera conoce al chico.—

Qué plan.

.................... Pero a la vuelta te vas a congelar. —Confusión. No le había escuchado antes, estaba demasiado ocupado pensando en el hambre que tenía.—

... ¿De verd--- digo, ¿seguro? Que no me importa, sabes... —SAME. Y se le cayó arroz al pantalón y se quemó toda la pierna.—

Por mí podemos ir al restaurante chino... ~. —Flashbacks. Fue una vez y se atragantó con el papel de una galleta de la suerte.—

AL RESTAURANTE CHIN---Ah, no, amigo. Donde tú quieras, eh, que yo no tengo preferencias. Después de todo, tú eres el que invita, tú decides, jeje...~

—Ha dicho la palabra mágica. “Invitar”. Su cartera está teniendo un orgasmo.— !!! Claro, sí, sí, lo veo justo, ajá...~ Eso mismo, invítame a comer. ¡No es por ser una molestia ni nada, lo siento si eso, eh...!

« imagínate un abrigo nuevo.

—Noobs, es mejor comer chicle de menta y automáticamente después beber agua helada.—

—Arrugó el ceño de una forma considerablemente pronunciada, retirándose la bufanda del cuello. Suerte que llevaba cuatro capas de ropa. Le lanzó el abrigo y la tela que cubría su cuello.— ¡Ahí tienes! Ea. Para que duden de mi amor al prójimo, je. Séan, encantado.~ Túteame, anda.

—Ah, pero qué formal. Bonito tartamudeo, sí. Menos mal que sabía lidiar con este tipo de personas.— Y, si eres de este barrio, ¿qué haces que no vuelves a por tu abrigo? Que te vas a congelar, hombre. —Colocó los brazos en jarras, incrédulo.—

—Le HaN mIrAdO. Cómo se interactuaba con gent---oh, por un momento había olvidado que su personalidad era increíblemente útil en situaciones sociales. Se le acercó, agitando una mano con mucha energía, hablando en un tono alto y animado.— ¡¡Holaaa!! ¿Eres de este barrio también?

—!!! Ha visto a una persona salir de la misma barriada. Pero no lo había visto antes en su puta vida. Aunque claro, acababa de llegar al piso en octubre y con suerte pudo salir por culpa de los estudios. Y va sin abrigo. Qué le pasa en la mente.—

—Se tira al suelo. Lamenta su existencia.— La próxima vez no miro tutoriales en wikihow.

—Mientras tarareaba un villancico con las manos en los bolsillos, salió de la placita alrededor de la cual estaban organizados los pisos, de camino a la panadería. Tal vez se le olvidaría lo que había estudiado por el caminos, pero al menos tendría galletas.—

—Salió del piso después de decidirse por pasar olímpicamente de su vecino. Le pareció raro, la barriada estaba sorprendentemente tranquila. Tal vez sería por el frío, pero como él llevaba mil capas de ropa, era inmune. Jaque mate, mortales.—