Baaki @magiclampssk

¿En serio? ¡Que suerte tengo entonces! —Sus ojos brillaron de emoción. Le gustaba conocer todo tipo de cosas y sin duda el contrario tendría por contar muchas interesantes.— ¿Puedes contarme alguna aventura?

—Cierta gracia le provocó la confianza ajena, aunque no en el mal sentido. Pensaba que saber de las capacidades propias que uno tenía era algo bastante bueno.— Entonces, ¿es muy bueno en su trabajo? Nunca conocí a un detective en persona, creo.

¡Menos mal! Eso es un alivio. —Un suspiro soltó tras decir aquello, volviendo a sonreír suavemente a continuación.— No me habría gustado que algo malo hubiese pasado nada más llegar...

¿Ha ocurrido algún caso por aquí, señor Ranpo? —Preguntó un tanto curioso, pues pensó que tal vez la presencia del ajeno podía significar alguna catástrofe.—

¿Detective? —Ahora que se fijaba sus ropas le recordaban a uno, o más bien a la imagen que tenía de estos por las películas. Su sonrisa mantuvo y una inclinación realizó al presentarse.— ¡Yo soy Baaki, mucho gusto!

¡Ah! ¡Buenas tardes! —Y por lo visto la suerte sí estuvo de su parte. Esbozó una sonrisa al ver al contrario a la par que su diestra alzaba para saludarlo.—

—¿Tendrá suerte esta vez? Saldrá a pasear por el lugar.—

Oh. —Al fin le pareció vislumbrar a una persona en el lugar y, con una suave sonrisa, a esta se acercó.— Buenas tardes, señorita.

¿Mh? —Dispuesto a estudiar aquel nuevo destino el moreno salió a emprender un paseo.—

¡Presente!

—Al desconocer las motos o cualquier tipo de tecnología del lugar dio por sentado que sus heridas fueron echas por terceros.— Ese es un buen dato...

Entonces no morirás. —Si lo fuera a hacer estaba convencido de que el contrario lo sabría. Sus heridas no serían tan graves entonces.— ¿Hay bandidos por el lugar?

—Su mirada dirigió entonces a Kenai, examinándolo como era habitual con la mirada de manera discreta y en silencio por unos pocos segundos antes de contestar:— Uno no está perdido si no tiene un destino fijo, ¿no crees?

Oye, ¿vas a morir? —Preguntó directamente a Joe. Un buen comienzo, una buena primera impresión, así de mucho le importaban tales cosas al de grisáceos cabellos.—

—Curiosas ropas le parecieron las que Akira llevaba. Simples, pero a su vez cómodas y elegantes. No vio siquiera nobles usando prendas similares antes. Según parece había acabado en un peculiar lugar.— Buenas.