No son ojos modernos los que leen la literatura esperando que se adapte a las creencias propias, es la mirada que siempre busca prescripción, manual de convivencia, reglamento de la copropiedad. Es la misma lectura que adora el milagro metabólico y los siete hábitos atómicos.
Buscan en la literatura lo que encuentran en el contenido de los influencers: formas de actuar ya digeridas, explicadas, bien claritas, listas para ser actuadas sin mucho cuestionamiento. Si te portas así como te digo serás bueno, tendrás la piel suave, podrás ahorrar más.
Esta es una de las consecuencias que una de las pocas experiencia de lectura que hayamos construido con los lectores sea la de "el personaje se parece a mí" o "este libro me acuerda del jardín de mi abuelita". No sólo es significativo porque lo encuentras similar, pálido lector.
@navascatalina_ Es esto. Que buscan es un modelo a seguir. Y obvio ahí no lo van a encontrar. O al menos no al pie de la letra de sus convicciones.