ᑕᕼᑌᑌᎩᗩ @tearedgravity

—Cariño, no sigas que a mi poeta interno le duele. Cubrió su rostro con besitos. —Just let me do the job for you. I'll whisper poetry to your ears while I'm loving you. Esta vez le besó las manos.

—Shhh. No me des motivos para ser indecente una vez más. Le besó la mejilla, pero al oír lo siguiente, sacudió la cabeza. —No digas paparruchadas, my dear Ranpo. Fácil es crear rimas, difícil es elaborar frases sin grima.

—Y aun así no puedes conmigo —le recordó con una sonrisa—. Tengo ganas de comerte la boca a besos. A lo siguiente, rió un poco. —No voy a decir nada. Fue pésima.

Rió un poco, feliz por todos esos besos. —¿Quién hubiera creído que tenía la felicidad tan cerca y no me di cuenta hasta ahora? Lo acarició como si fuera lo más precioso del mundo. —Te amo.

Entrelazó el meñique con el suyo. —Promesa. Él tampoco rompería esa promesa jamás, porque lo amaba incluso más que a sí mismo.

—De verdad lo eres —dijo riendo por lo bajo a causa de la felicidad—. Jamás podría dejarte, eres todo lo que necesito. Le robó otro beso rápido.

Correspondió al abrazo y le beso las mejillas y la coronilla amorosamente. —Pero tú también me haces feliz —declaró con una sonrisa—. Eres el novio más maravilloso del mundo.

—No me importa quedarme así por el resto de la eternidad —dijo con un tono cargado de adoración—. Solos tú, yo y Karl... Amándote y elogiándote siempre. Le besó la mejilla.

—No más que tú a mí. Lo besó de nuevo, y de nuevo. —Esto es malo. A este paso no podré separarme de ti para que vayas a trabajar y esas cosas...

—Esa es la idea. Le mordió el labio inferior y luego lo besó, pero esta vez introduciendo la lengua en la boca de su novio.

Ranpo puede quedarse con los dos restantes. No le gustan los dulces.

—No puedes enfadarte conmigo. Lo rodeó con los brazos y lo besó con algo más de intensidad. Ranpo era más adictivo que una droga, y no podía dejarlo, ni quería hacerlo.

Sonrió un poco y dejó que Sasuke tomara el muffin.

—Solo tengo tres muffins, ¿Esta bien? —alzó una bolsita con los pastelillos dentro.

Lo sujetó del rostro y lo besó por más tiempo, sintiendo que moría de amor por él. —Te amo, Ranpo.

—¡Gracias! —todo de él se iluminó de felicidad—. Aunque temo que si llego a vencerlo, Ranpo se deprima...

¿...No lo sabía?

—Ajá, ajá —lo besó por tercera vez—. Creo que ya encontré tu punto ciego —sonrió de forma coqueta—: Yo.

—Gracias, Jun —sonrió un poco—. Serás el primero en saberlo si llega a suceder.

—Es que ya son oficiales pues (?)—